Uno de los retos más interesantes en la fabricación de máquinas para agricultura ha sido la precisión en la siembra. A pesar de que las primeras sembradoras mecánicas existían ya en 1.850, sólo en las últimas décadas han aparecido mecanismos que aseguran altas eficiencias y permiten una buena velocidad de trabajo.

Es la naturaleza quien determina que existe un número óptimo de plantas por hectárea para obtener buena germinación, desarrollo y productividad.  Por encima de éste número no habrá un buen crecimiento y por debajo de éste se desperdiciará terreno aprovechable.

Si para simplificar este análisis aceptamos la división tradicional entre semillas de grano fino como arroz y trigo y las de grano grueso como maíz y algodón encontramos que en las primeras, para asegurar este número de plantas por hectárea, basta con colocar una fila de semillas con una cantidad por longitud recorrida por la máquina, (por lo cual muy acertadamente también se llaman "Sembradoras de chorrillo"), pero para las segundas es necesario fijar una distancia adecuada entre ellas a lo largo de la línea de siembra.

Es éste el tema que nos ocupa.  Los sistemas para dosificación de grano grueso que más aceptación han tenido y cuya cantidad fabricada ha sido mayor, son tres:

 

Disco horizontal

Es simplemente un disco que gira en el fondo de la tolva de semillas y que tiene unos alvéolos o huecos con figura y tamaño similares a los granos.  El disco arrastra la semilla fuera de la tolva a través de unas palancas con resortes y hasta un tubo por donde cae al suelo.

Su gran ventaja es el precio, pero su precisión es pobre sobre todo cuando los granos dentro de la variedad no son exactamente iguales, caso muy común, o cuando se trabaja con alguna rapidez.

Para cada variedad de semilla requiere un disco diferente, que generalmente es exigente en su fabricación.

Este mecanismo lesiona y rompe con frecuencia la semilla, por lo cual, se debe sembrar una cantidad mayor que la requerida y hacer posteriormente un "raleo" para dejar las plantas buenas.

Es el clásico caso de que lo barato sale caro.

En Colombia existen varios miles de estas máquinas vendidas desde hace muchos años y se importan todavía algunas, aunque en el mundo desarrollado han prácticamente desaparecido y ya poco se fabrican.

 

 

 

Fingers o dedos.

Consiste en un plato vertical giratorio con doce dedos de lámina metálica presionados con resortes y accionados con levas que al abrir y cerrar aseguran individualmente los granos y los llevan a una correa de canjilones que los dejan caer en el tubo de descarga.

 

No incide mucho la forma o el tamaño de las semillas y trabajan muy bien a mayores velocidades.  Sin embargo no es muy bueno para semillas pequeñas, presentando sí gran eficiencia en algunos granos como los de maíz.

Su desventaja es la gran cantidad de piezas móviles que tiene, por lo cual requiere buen mantenimiento para evitar problemas de vibración, desgaste y daño a las semillas.

 

 

 

 

Sistema neumático.

Consiste en un ventilador (depresor) que accionando por la toma de fuerza del tractor crea un vacío en los dosificadores de las tolvas. Estos tienen discos con huecos en los cuales se alojan los granos que se le adhieren por la presión atmosférica y caen al tubo de descarga cuando al girar el disco cesa el vacío.

No influyen en lo absoluto, ni la forma ni el tamaño de la semilla que es tratada con extrema gentileza pues no es presionada por piezas metálicas.

Hay menos fricción, desgaste y esfuerzos que en los sistemas anteriores; la precisión es altísima, y permite trabajar a grandes velocidades (hasta 10 Km/h para depositar 35 semillas por metro). Con pocos tipos de discos se atienden muchas variedades de semilla y la fabricación de un disco nuevo para un tipo de grano diferente, como sería por ejemplo una variedad colombiana especial, es un proceso muy sencillo.

Su desventaja principal fué su mayor precio, pero por ser el mecanismo que se está imponiendo en el mundo, la fabricación de altos volúmenes ha rebajado sus costos sustancialmente.

 

Conclusión

Para escoger el sistema más conveniente, el agricultor debe hacer cuentas y tener presente que la semilla es cada día más costosa y que si el futuro está en los transgénicos, su precio será aún mayor.

Sin embargo, no es tampoco el costo de la semilla lo más importante cuando se enfatiza sobre la conveniencia de las sembradoras de precisión; es el número de plantas germinadas y bien desarrolladas por hectárea y éste se optimiza cuando se siembra a la profundidad adecuada y a la distancia más conveniente entre granos, la cantidad de semillas que la naturaleza determina para cada variedad y en cada suelo.

¿Es buen negocio comprar una SEMBRADORA barata que no nos permita cosechar sino el 90% de las posibles toneladas de maíz que se pueden producir en 100 Hectáreas?