El bajo rendimiento de los potreros para pastos es uno de los problemas más comentados por parte de los ganaderos. Esto debido a que, según sus propias palabras, el potrero "se cansó" y ahora produce una menor cantidad y calidad de pasto. Dicen además que a pesar de la utilización de abonos y correctivos que aplican sobre el potrero, la reacción de los potreros a estos estímulos es lenta y fugaz, situación que representa altos costos. Mencionan igualmente que al pasto "le llego el mosquito" y que se "amarilló" el potrero. Todo esto sumado a los ya conocidos problemas de inundaciones en el invierno ha llevado a buscar un sistema que permita recuperar las praderas, para devolverles la productividad perdida.

Analizando a fondo la situación se encuentra que los problemas son variados, pero con una solución común. Los inconvenientes de afelpamiento, concentración de raíces rastreras, exceso de mogotes (o sea, las bolas de pasto que crecen sobre los residuos orgánicos del ganado), y suelos sumamente compactados, pueden solucionarse con el uso adecuado de dos implementos agrícolas: el renovador de praderas y la desbrozadora.

El renovador de praderas, implemento conocido por la mayoría de los agricultores y ganaderos, es la solución al potrero compactado, pues es una máquina que elimina la capa endurecida del suelo mediante el efecto vibratorio del cincel que rompe los suelos por debajo y permite el paso de aire, luz y agua. Este elemento, ya suficientemente probado, es una herramienta indispensable en la restauración de potreros para pastos y su utilización genera un aumento de la producción y mejoras de la calidad del pasto. Así mismo, si el implemento se trabaja acompañado de un abonador, los resultados son aun mejores y más rápidos gracias a que el abono es colocado dentro de la tierra y no sobre ésta, aumentando su efectividad.

Sin embargo, se ha encontrado que cuando el afelpamiento del pasto es excesivo, se dificulta el trabajo del renovador de praderas y hay posibilidades de que con el paso del implemento se levante el cesped, o no se alcance la profundidad de trabajo deseada. Por esta razón se buscó una solución al problema de afelpamiento, que conjugada con el uso del renovador de praderas forme un sistema completo e integral de recuperación de potreros para pastos.

La solución al afelpamiento se encontró en la podada del potrero, antes de pasar el renovador, mediante el uso de la desbrozadora. Esta máquina, la cual tradicionalmente ha sido utilizada en la destrucción de socas, corta el pasto a ras del suelo, picándolo finamente, y lo esparce de manera homogénea sobre la superficie. Los residuos al descomponerse, se convierten en el mejor abono para el potrero. El uso de este sistema ha dado como resultados el rebrote rápido del pasto, aumento del valor proteínico del mismo, incremento de la producción hasta del 300% y la destrucción del hábitat de plagas como el mión o salivita y el chinche. Este último resultado trae a su vez una disminución del uso de insecticidas.

El sistema desbrozadora - renovador de praderas constituye un moderno avance en la búsqueda de nuevos métodos que permiten el mejoramiento de pastos.